Los calcetines más terroríficos de Halloween

¡Boooh!, ¡booooh! Está a punto de llegar la noche más terrorífica del año: fantasmas, vampiros, brujas y zombies pululando por las calles, ¿ya estás muerto de miedo? 👻👻👻👻👻
Lo reconocemos, nuestra Calabaza no tiene pinta de ser muy aterradora ni temible pero va sobrada de estilazo con sus calcetines naranjas para celebrar Halloween.

El origen de Halloween

La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre se celebra Halloween. Una noche en donde los humanos pueden visitar el mundo de los muertos y a su vez los difuntos pueden darse una vueltecita por el de los humanos. Esta celebración arranca de varias tradiciones que confluyen en esta noche: por una parte las tradiciones cristianas de Todos los Santos y las creencias paganas celtas relacionadas con el equinoccio de otoño y tradiciones romanas relacionadas con el fin de las cosechas.

En este ir y venir de humanos y espíritus de ultratumba, se solían colocar en las puertas de las casas diferentes ofrendas de comida y frutos para ofrecer a los malos espíritus y que dejasen en paz a los habitantes de las casas, ¿no os suena eso de ir dejando comida por las casas? Pues sí, es de donde procede la costumbre del truco o trato estadounidense.

En Inglaterra, tras la Reforma protestante se puso fin a la festividad de Todos los Santos y se recuperaron las costumbres paganas del culto a los muertos, de ahí a la emigración a Estados Unidos y ya tenemos el Halloween más o menos como lo conocemos hoy en día. Por cierto, la palabra Halloween procede de las palabras All Hallow Eve, víspera de Todos los Santos.

La historia de Jack o’Lantern, o las calabazas de Halloween

En 1836 un periódico irlandés publicó un cuento titulado Jack, el Tacaño y este es el resumen y uno de los comienzos de la tradición de decorar calabazas en estas fechas.

Cuenta la historia que Jack era un astuto borracho con una capacidad asombrosa para manipular, tal era su fama que el mismísimo Diablo quiso conocerlo. Una noche se presentó ante Jack para decirle que había llegado para llevarse su alma con él. A pesar de estar borracho, Jack tuvo una ingeniosa idea: convenció al Diablo para tomarse una última cerveza. Estando en la taberna Jack dijo que no tenía dinero para pagar y sugirió al Diablo que se convirtiese en moneda para poder pagar y luego, cuando el tabernero no viese volver a su forma de Diablo.

El Diablo accedió, pero el astuto de Jack no pagó con esa moneda sino con otra, e impidió que el Diablo recuperase su forma al poner la moneda al lado de un crucifijo.

A cambio de volver a su forma el Diablo le concedió diez años más de vida.

Pasó una década y el Diablo volvió para llevarse por fin el alma de Jack. De nuevo el borracho lo convenció para una última voluntad: comerse una manzana de un árbol cercano. Se subió al árbol para escoger la mejor manzana y desde allí lanzó crucifijos al suelo para que el Diablo no pudiese llevárselo. Harto de Jack, el Diablo prometió que nunca se llevaría su alma.

Pasaron los años y Jack finalmente falleció. Llegó a las puertas del cielo y Dios le negó la entrada por sus excesos en vida, a continuación se dirigió a las puertas del Infierno y el Diablo le negó la entrada también.

Así que desde entonces Jack, el Tacaño vaga por Irlanda con su única posesión: un farolillo fabricado con un nabo en donde una llama eterna alumbra su camino.

Este cuento llegó hasta Estados Unidos que se unió con el cuento de Washington Irvin, La leyenda de Sleepy Hollow, en donde un caballero vaga por las noches buscando su cabeza perdida usando una calabaza con una brasa para encontrarla y BOOOM ya tenemos una tradición que llega hasta nuestros días.

Un par de curiosidades: en galego a la noche de Halloween le llamamos Samaín. La raíz etimológica de la palabra procede de las lenguas gaélicas y se escribía Samhain, que viene a significar “fin del verano”. En la tradición celta ya se celebraban ritos para celebrar el cambio de estación y la llegada de los meses más fríos, así que, segunda curiosidad, en Galicia ya se celebraba el Samaín en la Edad de Hierro. ¡Chúpate esa “truco o trato estadounidense”!

Aquí tienes una selección de calcetines con sabor a Halloween; terroríficos calcetines en color calabaza perfectos para estos días previos a la fiesta de difuntos. Tonos tierra y naranja que nos recuerdan a los postres más típicos de esta época plagados de castañas y calabazas. De izquierda a derecha y desde arriba: calcetines Dinosaurios mostaza y Dinosaurios marrón, calcetines Ballenas naranja, calcetines Sapoconchos gris, calcetines Conchas, calcetines lisos Bogavante.