Todos tenemos en la cabeza la tópica imagen de turistas ingleses con piel normalmente enrojecida por el sol, pantalones cortos multibolsillos, cámara profesional colgada del cuello y la guinda del pastel: sandalias, normalmente de piel, combinadas con calcetines deportivos convenientemente estirados. Han sido para nuestra cultura el meme andante durante años, el guiri estrafalario que calza sandalias con calcetines, ¿a quién se le ocurre semejante sacrilegio estilístico?
Pues lamentamos deciros que esta combinación es de genios y tiene hasta una explicación tanto histórica como fisiológica.
Para que os hagáis una idea, se ha documentado la utilización de sandalias con calcetines hasta en el Imperio Romano cuando las tropas imperiales arrasaban por dónde pasaban; pero la querencia de los ingleses por llevar calcetines con chanclas o sandalias viene realmente de tiempos más cercanos, en concreto, del siglo pasado.
Durante la Segunda Guerra Mundial las medias confeccionadas en nylon comenzaron a escasear porque las fábricas que las hacían desplazaron su producción para coser paracaídas para el ejército. De esta forma las medias de nylon se volvieron un artículo de lujo prácticamente inexistente y las mujeres de la época comenzaron a sustituirlas por calcetines para vestir a diario con sus vestidos, con sus zapatos topolino, los zapatos de cordones, bluchers, o sandalias de verano para evitar rozaduras. Pues esta escasez durante una guerra arraigó en la cultura inglesa y esta combinación se convirtió en algo habitual en Reino Unido y de ahí dio el salto a las playas de Benidorm. Que conste que esta combinación es también muy utilizada en Asia, ¿quizás por la herencia colonial? 🤔🤔🤔
Pero es que además hace muchos años, una podóloga nos explicó que utilizar sandalias con calcetines era estupendo en verano si te suda mucho pie porque por una parte la sandalia, si tiene tiras traseras mejor que mejor, agarra y mantiene fresco los pies, pero al mismo tiempo los calcetines, a ser posible con la mayor composición de algodón posible, permiten que tus pinreles respiren, mantengan una temperatura adecuada y el sudor automáticamente se absorba. Por eso muchos peregrinos del Camino de Santiago utilizan esta combinación en algunas etapas para que sus pies se recuperen del esfuerzo de la caminata.
A partir de ahora cuando te tropieces con un turista vestido y calzado de esta guisa muéstrale tu respeto porque su look tiene toda la seguridad del Imperio Romano y las vicisitudes de una guerra mundial.
Cuando empiezan a subir las temperaturas, los días se hacen más largos y nuestro pasatiempo favorito es pasar las horas debajo de una sombrilla la tendencia es que el cajón de los calcetines se quede un poco apartado. O no. Porque acabamos de ver que los calcetines también se disfrutan en verano.